Misiones

La primera noche en la provincia de Misiones la pasé a la vera de la ruta 12, en la entrada del pueblo Candelaria. Enrique y Noemí, ambos de pasado errante, me hicieron un espacio detrás de su kiosko de frutas. No faltó el mate y la fruta fresca. Los siguientes días los pasé en Oberá donde vive Marcos, amigo biólogo. Las empanadas de Naty, las buenas vibras de Rodrigo, la hospitalidad de Marcos e incluso el encuentro fortuito con Franciska, alemana que había conocido días atrás en Corrientes, marcaron esos días de descanso. Días de sol, buen reggae, e incluso un lomo saltado que conquistó paladares gauchos.

Una característica saltante de Misiones es la presencia de muchas generaciones de migrantes europeos. Una suerte de Oxapampa o Pozuzo peruanos. Bastaría con ver los apellidos de los postulantes a la intendencia y gobernación en los paneles de la ruta: Kloss, Paccalagua, y otros irrecordables.

Asimismo, el paisaje ha cambiado drásticamente. Del llano de Santiago del Estero, Chaco y Corrientes; ahora la ruta sigue como una serpiente que repta entre colinas y lomadas, en tierra colorada. De alguna manera esto ha roto la monotonía del horizonte llano y puesto algunas cuotas de adrenalina. Es así que pague caro desafiando una pendiente pronunciada cerca de Aristóbulo del valle y rodé cerca de 5 metros sobre la calzada. El saldo no fue muy grave: raspaduras y moretones; en la bici: desviador roto (se estropearon los cambios de la catalina), parrilla trasera doblada, rallo delantero roto, cubierta delantera a punto de romperse y manubrio doblado. De alguna manera esto ha limitado los últimos kilómetros, además de andar medio resfriado por pedalear contra el viento (Norte) y recibir algunas lluvias durante las noches.

El lado positivo: caídas de agua cristalina en Salto Encantado y Saltos del Tabay, un descenso memorable desde Aristóbulo del valle hasta Jardin America por el valle del Cuña Piru y aprovechando para conocer algunas comunidades Mby´a.

El paisaje de Misiones cambia de colina en colina en un abanico de sub paisajes como son las plantaciones de pino, bosque nativo, plantaciones de té y hierba mate.

Desde aquí quiero agradecer enormemente a Marcos y la familia Nuñez por su apoyo, a Rodrigo, Natalia, en Candelaria a Enrique y Noemí; a las comunidades Mby´a por su amistad, arte y sabiduría.

Misiones

Enrique

rutas

Oberá, gente positiva

agua de vida

Salto encantado

valle de Cuña Piru

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Una respuesta a Misiones

  1. Dora dijo:

    Oye no me parece gracioso eso de «desafiar» CUÍDATE y MUCHO!!
    Te quiero amigo!
    Beso

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